sábado, 27 de agosto de 2011

El Alma llorando al Amado...


Ya toda me entregué y di     y de tal suerte he trocado,
que es mi amado para mí     y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador     me tiró y dejó rendida
en los brazos del amor,     mi alma quedó caída.
Y cobrando nueva vida,     de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,     y yo soy para mi Amado.

Tiróme con una flecha     enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha      una con su Criado.
Yo ya no quiero otro amor,      pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,       y yo soy para mi Amado.
Y cobrando nueva vida,     de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,     y yo soy para mi Amado

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