Difícil fue dar con un regalo que le pudiese ilusionar o divertir y, sobre todo, que no hubiese probado ya... Pero viéndole en esta foto tengo la sensación de que logré mi objetivo. Y es que los retos sean de la naturaleza que sean, le motivan... El otro día cuando me contaba la experiencia, me hizo feliz comprobar que lo disfrutó y además, en buena compañía, pues mi primo Manolo y él son amigos de toda la vida... Cuando llegue mi medio siglo, me da que va a devolverme el regalo, y si dios quiere también lo disfrutaré y espero que en muy buena compañía... ¿te apuntas?
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