martes, 14 de febrero de 2012

Feliz día corazón que amas!!!

EL

PROFETA que me reveló las primeras verdades en mi juventud





sábado, 4 de febrero de 2012

Neptuno en Piscis


Los astrólogos (y no digo “astrónomos”) del todo el mundo esperaban con gran ilusión el día de ayer. Neptuno, después de 165 años, empezó a ser, por fin, estimulado por las energías del signo zodiacal de Piscis.
En astrología, todos los planetas cumplen una función, como si fueran los órganos del sistema solar, y hacen mejor o peor su trabajo según en qué signo zodiacal estén. En rigor, lo que ocurre es que hacen (o no) más propiamente su función en un signo que en otro. Es como cualquier órgano del cuerpo (p.e. el corazón) el cual tiene diferentes momentos (p.e. el latir y el no latir) y que su función se expresa sobretodo en uno de esos momentos (el latir es su “momento cumbre”). Con los planetas igual, sólo que en muy muy lento y dividiendo en 12 los momentos que conforman la acción de su trabajo.
Con Neptuno en Piscis, el planeta hace su función en su momento cumbre (¡y esto ocurre cada 165 años!): Neptuno nos permite abrir el corazón más allá de los límites de nuestro ego; hace fluir libremente el amor, lo cual supondrá que hay que dar amor a lo que nos rodea para que regrese (¡aunque quién sabe de qué manera!). Y no es un amor exigente, todo lo contrario, es un amor incondicional a todo tipo de seres: plantas, animales, personas, etc.
Una clave importante para canalizar bien esta energía estará en la percepción (obviamente, del entorno), de lo contrario puede producir indignación y confusión. Será vital saber darnos cuenta del dolor y el sufrimiento ajeno y desarrollar un profundo sentido ecológico con el bioentorno y un sentimiento de solidaridad con aquellas personas que sufren.